XIII Domingo del Tiempo Ordinario: Ciclo “B”
Sb 1, 13-15; 2, 23-24
Sal 29
II Co 8, 7. 9. 13-15
Mc 5, 21-43
Este domingo, San Marcos nos presenta el relato de dos milagros: Jesús devuelve la vida a la hija del jefe de la sinagoga y la mujer que ha quedado limpia de su hemorragia. En ambos milagros encontramos una doble curación: la física (un Jesús que se inclina al sufrimiento humano y cura las dolencias del cuerpo) y la espiritual (un Cristo que ha venido a sanar el corazón del hombre pidiendo fe en él).
Desde la semana pasada veíamos que para poder experimentar toda la grandeza del Señor es necesaria la fe: “¿Por qué tienen tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?” (cfr. Mc 4, 40). Hoy, de nuevo, la fe toma protagonismo. Aquella mujer pensaba que, con sólo tocar el manto, quedaría curada; Jairo confió y tuvo fe en que Jesús salvaría a su hija.
Ahora bien, estos dos relatos nos hacen la invitación a no únicamente ver las curaciones como algo material de la vida. Es cierto, a Dios le pedimos muchas curaciones, resoluciones de problemas, y está bien hacerlo, confiamos en Él, pero hemos de hacerlo con insistencia, con una fe verdadera, con plena confianza en su amor, sabiendo que el Señor nunca nos abandona, incluso en los momentos más difíciles que estemos viviendo.
Contemplar a la mujer hemorroisa, es un impulso también a salir de nuestros temores. Ella, por la enfermedad que presenta, es catalogada como una impura. Por ende, tenía que vivir apartada de la comunidad. Sin embargo, ella ha escuchado hablar de Jesús y no se dará por vencida hasta alcanzarlo, incluso aunque esto pueda poner en riesgo su vida. Es más, se conforma con el simple hecho de tocar su manto, puesto que ella cree que con eso le bastara.
¿Qué contradictorio parece la visión de Marcos? Por una parte, nos dice que la mujer llevaba doce años enferma, que había gastado toda su fortuna en su herida, pero en vez de mejorar, había empeorado. Por otro lado, nos dice que ella se conformaba con el simple hecho de tocar la orilla de su manto. Con esto, Marcos nos quiere invitar a darnos cuenta en dónde tenemos puesta nuestra confianza. Muchas veces buscamos soluciones a nuestros problemas fuera de Dios y terminamos pero de como estábamos. Pero esto es necesario, puesto que de nuestras caídas aprendemos. Si nos hemos desviado del camino de Dios, no lo dudemos más, volvamos a Aquel que nos puede curar de toda dolencia, que nos puede rescatar de las cañadas oscuras.
También lo hecho por Jesús a la hija de Jairo tiene mucho simbolismo. Hay ocasiones en las que buscamos soluciones a nuestros problemas y escuchamos a la gente decir: ¿para qué le sigues moviendo? ¡Ya date por vencido! ¡Nunca lo lograrás! Lo mismo le sucedió al jefe de la sinagoga: “Tu hija ya ha muerto: ¿para qué sigues molestando al Maestro?”. Pero él confió. Su fe siguió firme, abandonándose completamente al Señor. Recordemos que una gota de agua perfora a la roca, no por su fuerza, sino por su constancia. Por ello, nunca nos rindamos, nunca apartemos nuestra fe del Señor.
Dios sigue dándonos todo con generosidad. Jesús se porta generoso con todos aquellos que acuden a Él para quedar curados de sus males. Por ello, San Pablo también nos invita a nosotros a darnos con generosidad, a que nuestra fe sea cada vez más grande y fuerte. También sabemos que “todo lo podemos en Cristo que nos fortalece” (cfr. Flp 4, 13) y por Él, “que se hizo pobre por nosotros, nos enriquece” para que en nuestra vida nunca nos falte la fe, puesto que” al que recogía mucho (al que tiene mucha fe) no le sobraba; y al que recogía poco (tiene poca fe) no le faltaba”.
Que el Señor nos conceda seguir recorriendo el camino de la fe y nos renueve en nuestro compromiso de amor abandonándonos completamente en Él. Permitamos que el Señor, por medio de nuestra fe, cure todas nuestras dolencias.
Pbro. José Gerardo Moya Soto
ResponderEliminarSU SEA ABANDONÓ TOTAL EN EL SEÑOR NUESTRO PADRE CELESTIAL. 🙏
Así sea en tu manos de amor estamos!! Bendecido día del Señor!! Gracias Padre Gerardo!!
ResponderEliminarGracias por compartir con nosotros, Padre 🙏🏼
ResponderEliminarAsí sea creo Señor pero aumenta mi de Dios lo bendiga padre Gera por todo
ResponderEliminarEsta excelente lo de la fé, pero también creo que debemos aceptar su voluntad
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