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Mostrando entradas de noviembre, 2021

"Dejándolo todo, lo siguió"

  San Andrés, Apóstol Fiesta Rm 10, 9-18 Sal 18 Mt 4, 18-22      El día de hoy, la liturgia nos ofrece celebrar la fiesta de San Andrés, apóstol. Fue uno de los discípulos del Señor que gozaba de gran estima y prestigio, puesto que todos los evangelistas, en la lista que presenta de los Doce, lo mencionan siempre en los primeros lugares.      Los Evangelios nos muestran el vinculo sanguíneo que existe entre Andrés y Pedro, así como la llamada que les dirigió el Señor: “Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar, porque eran pescadores. Entonces les dijo: Síganme, y los haré pescadores de hombres” (Mt 4, 18-19).      Ya desde el principio podemos constatar que Andrés era un hombre de fe y esperanza. Andrés fue discípulo de Juan el Bautista y un día le escuchó decir: “Él es el Cordero de Dios” (Jn 1, 29). Desde ese momento, él se interesó por Jesús, al grado de “ir a su e

"¿Cómo es tu fe?"

  Lunes I Tiempo de Adviento  Is 4, 2-6 Sal 121 Mt 8, 5-11      El Adviento que, litúrgicamente iniciamos ayer, el día de hoy lo encontramos simbolizado en la postura y conducta del Centurión Romano. No sabemos cómo había llegado a él el conocimiento de Jesús, pero su manera de obrar no tambalea: actúa porque espera; y espera porque confía en el Maestro.      Pues esta es una primera figura que nos ofrece la liturgia al comenzar nuestro camino de Adviento: la sencillez y singularidad de una persona que ha comprendido el papel fundamental que tiene la fe y, por consiguiente, todo lo que de ella se puede obtener.      Recordemos que Jesucristo no escribió nada y los Evangelios no buscan ser una “tesis doctrinal” que nos presenta lo que debemos de memorizar, creer o practicar. El Evangelio es un compendio de encuentros de personas con Jesús y, en esos encuentros, surgen acciones, actitudes y valores que son el alimento del creyente (como el que hoy encontramos en el Centurión Ro

"El Señor viene"

  I Domingo de Adviento, Ciclo “C” Jr 33, 14-16 Sal 24 I Tes 3, 12- 4, 2 Lc 21, 25-28. 34-36      El día de hoy comenzamos el Adviento, el cual viene a ser el tiempo litúrgico que nos prepara para la celebración de la Navidad, invitándonos constantemente a levantar la mirada y abrir nuestro corazón para recibir a Jesús.       En este tiempo de Adviento, no vivimos solamente la espera navideña, sino que también estamos invitados a despertar la espera del glorioso regreso de Jesucristo – Aquel que volverá al final de los tiempos –, preparándonos para el encuentro final con Él mediante las decisiones de nuestra vida.      Al iniciar un nuevo ciclo anual, la liturgia invita a toda la Iglesia a renovar su anuncio a todos los pueblos. Esto lo podemos resumir en dos palabras: “Dios viene”. Una expresión tan sencilla y sintética pero que contiene una gran riqueza y profundidad.      Reflexionemos un poco en esto: el verbo no está conjugado en pasado – Dios vino – ni en futuro – Di

"Debemos de estar despiertos"

  Sábado de la  XXXIV semana Tiempo Ordinario Dn 7, 15-27 Dn 3 Lc 21, 34-36      El día de hoy continuamos la visión que empezamos a leer ayer. A Daniel le preocupa, pero a la vez le interesa, saber el significado de las cuatro bestias, sobre todo la cuarta, aquella que era más terrible, que parece que lucha contra los santos y los derrota.      Recordemos que el libro del profeta Daniel fue escrito en el siglo II A.C. y se escribió para que llegará a aquellos que sufren la persecución del rey Antíoco. Este último rey, que blasfema, que es cruel, solo durará en el trono tres años y medio, es decir, la mitad de siete, y el número siete, en la Sagrada Escritura, es el número de la perfección.      En esta ocasión se nos presenta una lección muy clara: el autor quiere dar ánimos, infundir en el pueblo la esperanza para que se den cuenta que, la última palabra, no la tendrá el rey Antíoco, el cual ha querido “aniquilar a los santos y desea cambiar el calendario y la ley”.      

"Permanecer"

  Viernes de la  XXXIV semana Tiempo Ordinario Dn 7, 2-14 Dn 3 Lc 21, 29-33      El día de hoy nos cambia el panorama respecto a lo que veníamos contemplando los días anteriores. En días pasados, veíamos como Daniel interpretaba diferentes sueños, como salía intacto de entre los leones, como al alimentarse de legumbres por diez días logró estar en mejor forma de los vasallos del rey. En esta ocasión, Daniel tiene una “visión nocturna”, la cual está llena de simbolismos.      La cuatro figuras-animales que Daniel contempla en su visión hace una descripción de aquellos imperios que sucederán al actual: el de los babilonios, el de los medos, el de los persas y finalmente el griego. También al final se detiene a contemplar el Reinado de Antíoco, el cual describe como el más cruel y feroz que había existido.      Ahora bien, esto no es lo central de la visión del Profeta, sino más bien la del trono de Dios, el cual, reinará para siempre y miles y miles de seres lo aclamaran. Al fi

"Fiat voluntas tua"

  Jueves de la  XXXIV semana Tiempo Ordinario Dn 6, 12-28 Dn 3 Lc 21, 20-28      Por muchos ya es conocida una famosa frase de San Pablo: “Si Dios está con nosotros, ¿Quién puede estar en nuestra contra? (cfr. Rm 8, 13). Yo considero que deberíamos de hacer de ella un “eslogan” en nuestra vida y guardarla en el corazón.      Una vez más nos encontramos con una famosa escena del joven Daniel: es arrojado a la fosa de los leones por romper el decreto del rey Darío, el cual prohibía hacer oración durante tres días. Que esto sea histórico o no, no importa mucho. Lo que nos importa es la enseñanza de mantenernos animados y perseverar fieles al Señor en medio de las circunstancias adversas que se nos presenten.      Aunque hoy en día no nos encontramos en una fosa con leones, nos encontramos con fieras capaces de hacer más daño: la critica, el chisme, la calumnia, el rechazo, la incomprensión, el egoísmo, la indiferencia, etc. En nuestro tiempo nos encontramos con muchas fuerzas qu

"Hacer el bien o el mal: ¿qué decides?"

  Miércoles de la  XXXIV semana Tiempo Ordinario Dn 5, 1-6. 13-14. 16-17. 23-28 Dn 3 Lc 21, 12-19      El día de hoy, la liturgia de la Palabra nos presenta un mismo tema en dos aspectos que se complementan: por una parte, contemplamos a un hombre “alcanzado por la justicia de Dios” y, por otro, a muchos creyentes-seguidores que serán “perseguidos por las injusticias de los hombres”.      En un primer momento, podemos contemplas al rey Baltasar, el cual es imagen viva de aquel hombre engrandecido por su propia soberbia, por el gran poder y dominio que posee, por la dicha y felicidad que puede darse (banquetes, placeres, vicios, lujos, etc.). Pero, sobre todo, el deseo de manifestar ante sus invitados que no respeta a ninguna autoridad ni teme a Dios (de ahí que mande traer las copas del templo de Jerusalén).      Este hombre, engreído y envidioso, se ve obligado a darse cuenta de cómo un poder intruso (una mano que comienza a escribir en la pared) se inmiscuye en su palacio.

"Todo pasa, menos Dios"

  Martes de la  XXXIV semana Tiempo Ordinario Dn 2, 31-45 Dn 3 Lc 21, 5-11      Cuánta sabiduría Dios le ha otorgado a Daniel, la cual es superior a cualquier hombre de su tiempo, puesto que ellos fueron incapaces de interpretar el sueño que tuvo Nabucodonosor, en cambio él le ha dado una verdadera interpretación.      Aunque el mismo Daniel ha dado la auténtica interpretación del sueño –que habrá cuatro imperios sucesivos, los cuales serán destruidos– hemos de quedarnos con la parte final, donde “Dios hará surgir un reino que jamás será destruido, ni dominado por ninguna otra nación… y durará para siempre”.      Esta reflexión la podemos enfocar a nuestra propia existencia. Una de las realidades que no podemos pasar por alto es que nuestra vida es finita, que tiene un principio y llegará a su final. Ahora bien, aunque esto es verdad, también sabemos que es una antesala a la vida definitiva que viviremos eternamente en el cielo.      De hecho, no solamente nuestra vida es e

"El que persevera, alcanza"

  Lunes de la  XXXIV semana Tiempo Ordinario Dn 1, 1-6. 8-20 Dn 3 Lc 21, 1-4      Uno de los temas más frecuentes al terminar nuestro año litúrgico será el de la fidelidad al Señor. Hoy, en el pasaje de la primera lectura, contemplamos la confianza que tiene Daniel y sus compañeros que ponen a prueba el poder de Dios. Ellos son conscientes de que por ellos mismos no podrán permanecer fieles. Por ende, no dudan en depositar plenamente su fe en el Señor.      Aquellos judíos tuvieron que afrontar los embates del rey Antíoco, el cual buscó, por todos los medios posibles, hacer que el pueblo rindiera culto a los dioses paganos. La lección que nos deja el texto de hoy es clara: así como los judíos, en especial estos jóvenes, también nosotros somos invitados a permanecer luchando, resistir todos las embestidas y tentaciones que el maligno tiene para cada uno de nosotros. No permitamos que nuestra esperanza desaparezca en medio de la persecución, sino más bien mantengámonos firmes com

"Jesucristo, el Rey del amor y la verdad"

  Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo,  Solemnidad Dn 7, 13-14 Sal 92 Ap 1, 5-8 Jn 18, 33b-37      En este último domingo del año litúrgico, celebramos la Solemnidad de Jesucristo, Rey del universo, una fiesta que ha sido instituida recientemente al calendario litúrgico, pero que desde siempre ha tenido profundas raíces, tanto bíblicas, como teológicas.      El título de “rey”, que se le da a Jesucristo, es sumamente importante en los Evangelios y nos permitirá darle una lectura más completa de lo que es la figura y misión del Maestro.      El Evangelio que hoy hemos meditado, nos propone una parte del interrogatorio que Poncio Pilato realizó a Jesús, el cual había sido entregado a sus manos con la acusación de que había usurpado el titulo de “rey de los judíos”. De hecho, ante las preguntas que formula el Procurador, Jesús respondió afirmando que sí era rey, pero no de este mundo.      Jesús tenía muy en claro que no había venido a dominar sobre los pueblos o algu

"¿Respetamos el templo?"

  Viernes de la  XXXIII semana Tiempo Ordinario I M 4, 36-37. 52-59 I Cro 29 Lc 19, 45-48      Sin el templo, los judíos sentían que no eran nada, puesto que toda su identidad (la de haber sido elegido por Dios como pueblo santo) se encontraba en el templo. De hecho, todo giraba en torno a él. Por eso, después de todos los destrozos que había sufrido, el pueblo de Israel se dedicará de lleno a su restauración. Ahora bien, no solo se trataba de restaurar el edificio físicamente, sino todo lo que esto significaba: volver a llevar a cabo sus celebraciones, devolverle la gloria que le pertenece, propiciar que fuera de nuevo un lugar de adoración y oración. En pocas palabras: que fuera el sitio de la presencia de Dios en medio de su pueblo.      Para la mentalidad judía supuso una gran alegría la reconstrucción y consagración del templo, el cual había sido profanado y destruido por los gentiles. Evidentemente se llenaron de inmensa felicidad, puesto que el templo era el símbolo de l

"¿Te animas a seguir a Jesús?"

  Jueves de la  XXXIII semana Tiempo Ordinario I M 2, 15-29 Sal 49 Lc 19, 41-44      Dios ha querido ser participe de la historia del hombre y, de una manera progresiva, se hace presente en su vida. Después de haberlo creado, a pesar de que fue expulsado del paraíso por desobediencia, nunca lo dejó sólo. Por medio de los Patriarcas, los Jueces, los Profetas se fue manifestando a su pueblo.      El Señor eligió al pueblo judío para que fuera su pueblo. Desde el principio (tras haberlos liberado de la esclavitud del Faraón en Egipto) pactó con ellos una Alianza. En ella, se comprometió a ser su Dios y ellos decidieron ser su pueblo (cfr. Jr 30, 22). Por medio de Moisés, les señaló el camino que debería de seguir, y algo que solicitó a su pueblo desde el principio fue el que no adoraran a falsos dioses: “No adorarás a ningún otro dios” (Ex 34, 14).      Hoy, en la primera lectura, contemplamos como el rey Antíoco manda a los judíos a ofrecer sacrificios que no podían realizar. M