Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2021

"Hoy será un buen día"

  Jueves XXVI semana Tiempo Ordinario Ne 8, 1-4. 5-6. 8-12 Sal 18 Lc 10, 1-12      El pueblo de Israel, por medio de Moisés, había hecho un pacto con el Señor, una alianza con Dios: “Yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo” (cfr. Ex 6, 7-9). Como ya lo sabemos, aquella nación no fue fiel a esa alianza, sino que prefirió irse detrás de otros dioses, sufriendo, como consecuencia a su infidelidad, el destierro babilónico.      Ahora bien, no es la primera vez que contemplamos la grandeza del Señor y que, de un hecho aparentemente malo, logre sacar algo bueno. El Señor, con la colaboración del gobernador Nehemías, del sacerdote Esdras y de los levitas, logró la reconstrucción de aquel pueblo, tanto humana como religiosamente hablando, después de haber pasado un tiempo en el destierro.      El Texto Sagrado que el día de hoy hemos meditado en la primera lectura, nos presenta un acontecimiento fundamental en la historia de Israel: la renovación de la Alianza con el Señor. Podemos

"La ayuda de Dios: los Arcángeles"

San Miguel, Gabriel y Rafael, Arcángeles Fiesta   Ap 12, 7-12 Sal 137 Jn 1, 47-51      El día de hoy celebramos la fiesta de los santos Arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael. Estos tres Arcángeles vienen a ser personajes muy relevantes en el acto creador de Dios. Cada uno de ellos tiene una misión que llevar a cabo: Miguel es el que evita, en el libro del Apocalipsis, que el nacido de la mujer sea devorado por el dragón y es el que combate contra las fuerzas del maligno; Gabriel es aquel que anuncia el acontecimiento supremo de la historia: la Encarnación del Hijo del hombre en el seno de la Virgen María; Rafael es, como lo narra el libro de Tobías, la medicina de Dios.      Estos son los servidores de Dios por excelencia y su servicio está puesto para el bien de todos los seres humanos. También son mensajeros que conducen a Dios, acercándonos a la verdad plena, como lo atestigua el Evangelio de este día: “Verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hi

"¿Haz tomado firmes determinaciones?"

  Martes XXVI semana Tiempo Ordinario Za 8, 20-23 Sal 86 Lc 9, 51-56      Recordemos aquel famoso refrán: “Al que buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. Todos podemos entender su auténtica interpretación, puesto que es un dicho fácil de entender. Aquel que se acerca a una persona buena, con valores, responsable y respetuosa, le ayudará a vivir la vida como Dios lo manda. Pero existe también el riesgo de no acercarse a personas buenas, sino todo lo contrario, que son malas influencias, que dan un testimonio no tan agradable, que son egoístas, etc. El que se acerca a ellos, termina por el mal camino, haciendo lo que no es grato a los ojos de Dios.      Qué reconfortante y bellísimo sería escuchar decir a las personas: “queremos ir contigo, pues hemos oído que Dios está contigo”. Y es que cuando dejamos obrar a Dios en nuestra vida y lo dejamos ser el centro de la misma, se nota; pero si es todo lo contrario, no le permitimos ir conduciendo nuestra existencia, se nota más.

"Dios siempre es fiel"

  Lunes XXVI semana Tiempo Ordinario Za 8, 1-8 Sal 101 Lc 9, 46-50      Sin duda alguna los planes de Dios son perfectos, sus proyectos son salvadores y buscan renovar la alianza con el hombre. A pesar de que el hombre muchas veces le es infiel y le da la espalda, el Señor está siempre dispuesto a perdonar y recomenzar.      El profeta Zacarías, en sus oráculos, no centra su predicación en la reconstrucción del Templo o el levantar las murallas de la ciudad, sino que más bien se enfoca en la reparación de los valores que se han ido perdiendo en la comunidad. Sea cual sea la situación en la que nos encontremos, ya sea personal o en comunidad, con la ayuda de Dios, será posible la reconstrucción de la vida, de la Alianza que Él pactó con nuestros padres y se hace presente en su Hijo.      “Así dice el Señor”, son palabras que manifiestan un gran optimismo, son acciones que Dios desea para su pueblo. Estos oráculos que hemos meditado no muestran el gran amor del Señor por su pue

"Todos para uno y uno para todos"

  XXVI Domingo del Tiempo Ordinario: Ciclo “B” Nm 11, 25-29 Sal 18 St 5, 1-6 Mc 9, 38-43. 45. 47-48      A pesar de todos los esfuerzos de Jesucristo por enseñar a sus seguidores a vivir como Él, es decir, al servicio del Reino de Dios, haciendo la vida de las personas más humana y digna, sus discípulos no terminen por entenderlo. No comprenden la manera en la que el Señor quiere manifestar su amor a los más necesitados.      El pasaje del Evangelio (y también de la primera lectura) es muy iluminador. Los discípulos, en la persona de Juan, informan al Maestro sobre un hecho que les ha molestado demasiado: “Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos”. ¡Qué interesante! Un hombre que esta actuando en nombre de Jesús, que va por la misma línea que Él: se dedica a liberar a las personas del mal que no les permite vivir más humana y dignamente.      Ahora bien, ¿por qué a los discípulos no les gusta el trabajo de es

"¿Verdaderamente entiendes el plan de Dios?"

  Sábado XXV semana Tiempo Ordinario Za 2, 5-9. 14-15 Jr 31 Lc 9, 43-45      El pueblo de Israel selló una alianza con el Señor. Le prometió cumplir todos sus mandatos y que únicamente lo servirían a Él. Por desgracia, con el paso del tiempo, fueron renunciando a su promesa, rompieron el pacto que habían realizado con Dios. Ahora bien, ese pueblo que decidió alejarse del camino del Señor, que le dio la espalda, sufrieron las consecuencias de sus actos: como fue el destierro.      Sin embargo, a pesar de su infidelidad, el Señor nunca se alejó de ellos. Todo lo contrario, cumplió su promesa y, en el momento más oportuno, restablece la alianza de amor que había prometido a su pueblo. El día de hoy, por boca del profeta Zacarías, el Señor les anuncia que volverán a habitar en Jerusalén. Por eso les dice: “Alégrate y goza, hija de Sión, canta de gozo y regocíjate porque yo vengo a habitar dentro de ti”.      Y no solamente lo ha hecho por medio de esta acción, sino que el Señor,

"¡Ánimo! Todo va a estar bien"

  Viernes XXV semana Tiempo Ordinario Ag 1, 15-2, 9 Sal 42 Lc 9, 18-22      En la vida de fe existe el riesgo latente de dejarnos engañar por el maligno, de sucumbir ante sus seducciones, dejándonos, muchas veces, vencer con tanta facilidad, que ya ni oponemos la mínima resistencia.      De hecho, con el pasar del tiempo, el hombre se ha hecho pesimista. ¿Y qué pasa con una persona que es así? Pierde los ánimos para trabajar, deja de preocuparse por lo verdaderamente importante para enfocarse más en lo efímero, en los bienes transitorios que ofrece el mundo. Incluso el pesimismo se puede venir a convertir en una muy buena excusa para no poner “manos a la obra” en nuestra tarea de evangelización.      A todos, de una manera u otra, la pandemia nos vino a afectar de una manera: económica, social o emocional. Vino a sacudir a nuestra Iglesia. Hoy en día los templos no se llenan, las redes sociales de las parroquias cada vez dejan de ser menor visitadas, se ha caído en un enfriam

"La curiosidad mató al gato"

  Jueves XXV semana Tiempo Ordinario Ag 1, 1-8 Sal 149 Lc 9, 7-9      Nos situamos en el año 520 A.C. y el pueblo de Israel ha podido retornar a su tierra después del exilio babilónico, de la mano De Dios, por medio del profeta Ageo.      Todos conocemos lo que le sucede a una casa cuando no es habitada: se comienza a llenar todo de polvo, las arañas llenan los rincones con sus telarañas, los ratones comienzan a hacer madrigueras, las pinturas de los muros se ven afectados y comienzan a despintarse, algunos muebles sufren las plagas de las termitas, etc. Son tantas las cosas que una casa puede sufrir con el paso del tiempo si no se le da mantenimiento continuo.      Ahora bien, después del destierro, el profeta se da cuenta de que los judíos se preocupan principalmente por reconstruir sus hogares, trabajar sus tierras para obtener frutos, olvidándose completamente de Dios y de la reconstrucción del Templo. Una vez más el pueblo no tiene memoria. Se volvieron a olvidar de todo

"¿Vamos a reconstruir la Iglesia?

  Miércoles XXV semana Tiempo Ordinario Ese 9, 5-9 Tb 13 Lc 9, 1-6      Anoche me hicieron una pregunta: “Padre, ¿usted practicaba algún deporte?”. Sin duda alguna no tarde en responder a esa pregunta. Incluso me resulto demasiado sencillo platicar de los diferentes deportes que he practicado en mi vida (que si han sido algunos). Pero después vino otra respuesta más contundente: “¿y sigue practicando alguno?”. A lo cual respondí: “No. Me ha sido muy difícil volver a tomar el ritmo y hacerme el hábito de ejercitarme”. A lo que la persona concluyó: “¡Qué difícil es volver a tomar el ritmo! ¡Qué complicado volver a estar en condición!”.      Fue algo parecido por lo que pasó Israel después del destierro de Babilonia. No todo fue fácil en la reconstrucción de la sociedad y de la vida religiosa. Toda una generación que ha nacido y vivido por gran tiempo en tierra pagana no cambia de la noche a la mañana. Esto es algo que podemos estar viviendo el día de hoy: una sociedad que se ha i

"¿Te animas a seguirlo"

  San Mateo, Apóstol  Ef 4, 1-7. 11-13 Sal 18 Mt 9, 9-13      El día de hoy celebramos la fiesta de San Mateo, Apóstol, el cual aparece siempre en la lista de los Doce elegidos por Jesucristo, ya sea por este mismo nombre o por el de Leví. Los Evangelios sinópticos nos narran cómo fue su llamado, dejándonos ver que Mateo era un recaudador de impuestos.      Mateo, el publicano, tuvo la gran fortuna de encontrarse con el Señor. En su vida, experimentó el gran amor de Jesús por los pecadores, lo cual ha movido a este hombre a convertirse y ser el gran apóstol y evangelista que conocemos.      Leví experimentó, sin duda alguna, la tristeza del pecado desde su condición de publicano. Recordemos que, en tiempos de Jesús, los publicanos no eran bien vistos o aceptados por los fariseos o los mismos judíos. Hasta cierto punto podríamos decir que se consideraban traidores a la patria, puesto que ellos eran judíos encargados de cobrar los impuestos al pueblo, para posteriormente dársel

"La elección es tuya"

  Lunes XXV semana Tiempo Ordinario Ese 1, 1-6 Sal 125 Lc 8, 16-18      ¿Cuántas veces hemos visto todo lo que Dios hace por su pueblo? Como el Señor, por medio de los profetas, les recuerda las promesas que hizo el Señor con ellos, consagrándolos como una nación santa, un pueblo consagrado a su nombre.      Dios va llevando a plenitud su salvación por medio de la historia humana. Aquellos años que el pueblo de Israel había sufrido en el destierro, aquel dolor y sufrimiento, el Señor lo convertirá en gozo y alegría. Esto lo podemos contemplar en el Salmo 125: “Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca, ni se cansaba entonces la lengua de cantar”.     U no de los errores que muchas veces cometemos es pensar que Dios se ha dirigido únicamente al “pueblo escogido”. Y esto no es así. La Iglesia nos ha ido mostrando que el Señor se comunica de muchas maneras con todos los hombres, sin importar el tiempo, el espacio o la

"Ser servidores"

  XXV Domingo del Tiempo Ordinario: Ciclo “B” Sb 2, 12. 17-20 Sal 53 St 3, 16-4, 3 Mc 9, 30-37      En el Evangelio de este domingo, podemos contemplar a un Jesús que anuncia a sus discípulos, por segunda vez, lo que le espera al llegar a Jerusalén: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará”.      San Marcos, en esta perícopa, pone de relieve el gran contraste que existe entre la mentalidad de Jesús con la de los doce Apóstoles, los cuales no comprenden las palabras de su Maestro y el que tenga que morir, sino que, además, van discutiendo por el camino para saber quién de ellos es el más importante.      Ahora bien, Jesús no se exaspera, todo lo contrario, les explica con paciencia cómo debe de ser su actitud. Les enseña que la lógica del amor debe hacerse por medio del servicio y de la entrega de sí mismo: “Quien quiera ser el primero, que se convierta en el último de todos y en el servidor de t