Ir al contenido principal

"Basta de llorar; alegrémonos en el Resucitado"

 Martes de la octava de Pascua 


Hch 2, 36-41

Sal 32

Jn 20, 11-18



    José Prado Flores, ya por muchos conocidos, es un erudito en las ciencias de la teología y de la Sagrada Escritura. Él decía: “En la antigüedad, bastaba un sermón para convertir a miles de personas al cristianismo; hoy, ni con mil sermones logramos convertir a una persona”. Esto se da debido a la poca convicción que tenemos en nuestra fe.


    En nuestra Iglesia, en el aquí y en el ahora, necesitamos hombres que estén convencidos de lo que Cristo ha hecho por medio de su resurrección. Por ello, deberíamos de preguntarnos nosotros: ¿qué debemos de hacer? Bastaría con arrepentirnos y testificar en nuestra vida ordinaria (escuela, trabajo, oficina, etc.) que vivimos conforme a la luz del Resucitado.


    No sigamos cerrados en nuestra tristeza, como María Magdalena. ¡Basta de llorar! Cristo enjuga las lagrimas de nuestros ojos, y nos hace las mismas interrogantes que a esta fiel discípula: ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas? Confiemos plenamente en Aquel que nos a liberado de la muerte por su sacrificio; abrámonos al gran acontecimiento que Dios ha llevado acabo en su Hijo muy amado. 


    Hermanos, que Dios nos conceda como María Magdalena y san Pedro ser instrumentos dóciles de su palabra. Que nos permita ser anunciadores y testigos de la resurrección de Cristo y podamos decir a todos: ¡está vivo, resucitó, yo lo he visto! Que el Espíritu de Dios nos conceda tener la certeza de que Jesús es nuestro Señor y Mesías.



Pbro. José Gerardo Moya Soto

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una Vida nueva..

Viernes de la octava de Pascua  Hch 4, 1-12 Sal 117 Jn 21, 1-14      ¿Qué le está pasando a Pedro? Parecería que no es el mismo que había llamado Cristo: parece un impostor. ¿Qué no había negado tres veces al Maestro? ¿Qué no le había prometido dar la vida por Él y salió corriendo? Entonces ¿qué mosca le picó? ¿Qué pasó con ese Pedro pecador, frágil, cobarde? Fácil de responder: tuvo un encuentro personal con Jesús resucitado. La Pascua viene a ser un tiempo propicio para que se de ese encuentro con el Resucitado.      Cabria preguntarnos entonces: ¿cómo se dará ese encuentro con el resucitado? En ocasiones nos podemos equivocar si pensamos que Jesús solo se encuentra en los templos o en la intimidad de la oración. Jesús se hace presente en todos los lugares de nuestra vida: trabajo, casa, oficina, escuela, etc.  Jesús sale a nuestro encuentro en cualquier instante de nuestra existencia. No dejemos que este tiempo de gracia pa...

"Dios nos hace dignos"

  Sábado XII semana Tiempo Ordinario Gn 18, 1-15 Lc 1 Mt, 8, 5-17      La escena que reflexionamos en la primera lectura es la famosa aparición de Dios a Abraham junto a la encina de Mambré: son tres hombres, pero parece que es sólo uno; son ángeles, pero en algunos momentos del diálogo, parece que es el mismo Dios. Abraham sigue siendo un modelo de fe y ahora, como buen hombre que es, nos muestra cómo debemos de acoger en nosotros la voluntad de Dios.      Hemos de estar atentos a la manera en la que Dios no visita, ya que muchas veces se reviste de lo ordinario o de lo extraordinario. Tenemos que aprender a descubrirlo en las personas, en los acontecimientos que nos suceden, en la misma naturaleza que nos habla de su excelsa gloria, etc.      Por otra parte, llama la atención y parecería que Dios tiene un gusto muy peculiar por elegir, para su obra redentora, personas débiles, a matrimonios ancianos y hasta estériles. Basta...

Renovémonos

Lunes de la segunda semana de Pascua Hch 4, 23-31 Sal 2 Jn 3, 1-8     Todo camino comienza con el primer paso y para poder llegar al destino que se tiene en mente, es necesario tener determinación. Pues eso es lo que podemos ver en Nicodemo al salir de noche al encuentro de Jesús y hacer tan hermosa afirmación: “Maestro, sabemos que tú has venido de Dios…nadie puede hacer los signos que Tú haces, si Dios no está contigo”.       Es evidente que todo itinerario de fe empieza con disponibilidad. Sí, es cierto, Nicodemo tenía disponibilidad, pero todavía estaba muy lejos de captar el misterio de la persona de Jesús y por ende de comprender su doctrina sobre el nuevo nacimiento. Cristo desbarata la lógica humana del fariseo y lo introduce en el misterio del Reino de Dios.      Esto que hemos visto anteriormente surge cuando el hombre renace del agua y del Espíritu. Solo así podemos entender el misterio del Reino de Dios, volvi...