Jueves XXVI semana Tiempo Ordinario Ne 8, 1-4. 5-6. 8-12 Sal 18 Lc 10, 1-12 El pueblo de Israel, por medio de Moisés, había hecho un pacto con el Señor, una alianza con Dios: “Yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo” (cfr. Ex 6, 7-9). Como ya lo sabemos, aquella nación no fue fiel a esa alianza, sino que prefirió irse detrás de otros dioses, sufriendo, como consecuencia a su infidelidad, el destierro babilónico. Ahora bien, no es la primera vez que contemplamos la grandeza del Señor y que, de un hecho aparentemente malo, logre sacar algo bueno. El Señor, con la colaboración del gobernador Nehemías, del sacerdote Esdras y de los levitas, logró la reconstrucción de aquel pueblo, tanto humana como religiosamente hablando, después de haber pasado un tiempo en el destierro. El Texto Sagrado que el día de hoy hemos meditado en la primera lectura, nos presenta un acontecimiento fundamental en la historia de Israel: ...
Reflexiones diarias